top of page
  • Instagram
  • YouTube

Jesús cambió mi historia: El antes y el después de mi vida

  • Foto del escritor: Dominique Lattimore
    Dominique Lattimore
  • 4 ago
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 9 ago





ree

Hace siete años, no conocía a Jesús.

Aunque crecí en un ambiente religioso: familia católica, colegio de monjas, rezos obligatorios, misas escolares y ritos que seguí por costumbre... nada de eso tocó realmente mi corazón. Me sabía las oraciones de memoria, y a veces las decía cuando tenía problemas, pero no sabía orar, no conocía la Biblia y jamás tuve una relación personal con Dios.

Recuerdo que incluso me aburría en la iglesia y me burlaba de los cristianos.

Sabía de Dios, pero no conocía a Jesús.


Buscando en el lugar equivocado

A los 15 años comenzó una curiosidad en mí por el mundo espiritual, pero lo busqué en lugares equivocados. Libros de la Nueva Era, misticismo, creencias alternativas, ocultismo… quería entender cosas que no sabía nombrar, llenar vacíos que ni siquiera reconocía del todo. Pero con el tiempo, esas prácticas me comenzaron a afectar espiritualmente, abriendo puertas de oscuridad y temor en mi vida. Algo dentro de mí sabía que no estaba bien, que ese no era el camino, pero continuaba en esa búsqueda.

No fue sino hasta años después que entendí que todo eso me había alejado aún más de la verdad.


El contexto: Una vida “bien” por fuera, pero rota por dentro

A los ojos de muchos, mi vida parecía estar en su mejor momento. Tenía un buen trabajo, viajaba, vivía sola en un departamento acogedor, estaba feliz en una relación de pareja, tenía amistades, popularidad… pero por dentro estaba completamente quebrada.

Lidiaba con ansiedad, ataques de miedo, noches sin dormir, y un dolor agudo en el alma que no me dejaba. La pérdida de mi abuela —quien fue el gran amor de mi vida— abrió un vacío y una herida profunda.

Y aunque me esforzaba por mantener todo en orden por fuera… por dentro solo quería desaparecer. No entendía cómo había llegado a ese punto, pero lo cierto es que estaba al borde.



El día que Jesús me salvó...

En 2018, en el momento más oscuro de mi vida, Jesús me encontró.

En una habitación de hotel, sola, con pensamientos oscuros, con voces negativas rondando mi mente y lista para tomar la decisión de terminar con mi vida, algo me detuvo. De pronto, me vi arrodillada y, por primera vez en mi vida, oré desde lo más profundo. Llorando, desesperada, dije algo así como:

"Jesús, no te conozco, pero me han hablado de ti. Si realmente existes, sálvame. No quiero seguir en esta oscuridad. No puedo más. Te entrego mi vida. Perdóname…"

Y entonces algo sobrenatural sucedió. No puedo explicarlo con palabras, pero en ese instante sentí que una luz entró en el lugar, y una paz instantánea expulsó todo mi tormento. Era Él. Era real. Era Jesús entrando en mi dolor, en mi caos… y rescatándome.

No fue solo un alivio emocional; fue un antes y un después. Ese día comenzó mi nueva vida.



"El mayor regalo es experimentar Su paz después de conocer lo que es el tormento"
"El mayor regalo es experimentar Su paz después de conocer lo que es el tormento"

Restaurada, amada y completa en Él

Desde entonces, emprendí un camino de fe. No ha sido perfecto ni lineal, pero sí lleno de milagros. Jesús sanó mi mente, mi corazón, mis heridas… y mi alma.

Hoy miro hacia atrás y no puedo creer lo que Él ha hecho conmigo. Una mujer que hace siete años se burlaba del cristianismo… y ahora aquí estoy, escribiendo este testimonio para ti.

Jesús no solo me salvó de terminar con mi vida, sino que me la devolvió. Me ha construido de nuevo y me hizo nueva, me dio propósito y me dio eternidad. Me tomó hecha pedazos… y me hizo completa en Él.



Si estás pasando por un momento oscuro…

Déjame decirte que no estás sola. Hay esperanza. Jesús sigue salvando, sigue restaurando, sigue rescatando a los que están en el borde. Él lo hizo conmigo, y puede hacerlo contigo también.

Gracias por leer mi historia. Oro para que, si algo de esto tocó tu corazón, sepas que Él está ahí, solo esperando a que llames a Su nombre. Jesús.


"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." Romanos 10:9-10

1 comentario


Francisca.araneda
10 ago

Que maravilloso! Así es, Dios sigue salvando y restaurando vidas!!


Me gusta

SUSCRÍBETE FORMA PARTE EXCLUSIVA DE ESTA COMUNIDAD

¡Gracias por tu mensaje!

  • Instagram

© 2035 Creado por Sombras de Rosa con Wix.com

bottom of page